Guerra y Paz es una película de drama histórico dirigida por King Vidor y basada en la novela escrita por Tolstói.
En este post vamos a ver cómo el director reflejó los sentimientos de la protagonista a través del color de su vestuario.
Sus emociones transitan entre el amarillo y el negro, pasando por toda la gama de estados de ánimo y colores.
La película nos sitúa en San Petersburgo a principios del siglo XIX. Natasha Rostov, Audrey Hepburn, es una chica ingenua y enamorada de Pierre, un intelectual amigo de la familia.
Al comienzo de la película la vemos vestida de amarillo, color que a partir de este momento se relacionará con la alegría, la felicidad y la energía. Las escenas en las que el amarillo es el protagonista del vestuario son las que hablan del amor infantil, en las que Natasha se encuentra con Pierre y en las que habla sobre el amor desde un punto de vista ingenuo e idílico.
¿Cómo se muestra la idea de la felicidad además de con el color?
Esta idea de felicidad, además del color, la refuerzan los tejidos finos, ligeros con patrones que generan movimiento al vestuario.
De la alegría del amarillo pasamos al verde esperanza, color que aparece por primera vez cuando su hermano vuelve de la guerra y color que quedará ligado a sus sentimientos familiares.
El paso del tiempo y los efectos de la guerra van haciendo mella en nuestra protagonista y es donde el color gris entra en escena para mostrar una cara más serena y sobria. También se refleja en los tejidos que son más toscos, más pesados, con patrones más austeros y de líneas más rectas.
Cuando Natasha conoce al príncipe Andrei vuelven los vestidos con vuelo y los volúmenes pero, aunque en un tono más brillante, el gris de la madurez se mantiene presente.
El marrón, la mezcla de todos los colores, aparece para mostrar un sentimiento de amor pasional, un amor más adulto que el representado por el color amarillo.
En el momento de declive de la película, Natasha viste de negro. Este color encarna la tristeza y opresión por no poder consumar un amor prohibido, por la guerra, por la decepción del príncipe y por tener que abandonar Moscú.
El último color representativo del vestuario es el rojo. Un color agresivo como reflejo de una Natasha adulta que vuelve a casa y se reencuentra con Pierre, ya no es una niña, ya no tiene amores idílicos ni prohibidos, es una mujer fuerte. El rojo representa la violencia, la pasión y el peligro que a lo largo de la película han ido marcando su personalidad.
El vestuario nos define. Muestra rasgos de nuestra personalidad, estados de ánimo y estilo de vida.